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el ojo de lindman (cine clásico y textos con tildes)

Madchen in uniform (1931), bajo los uniformes prusianos

Manuela, una adolescente huérfana de madre ingresa en una residencia para muchachas hijas de militares. Allí encontrará la figura de la señorita Von Bernburg, de la que se enamorará. Frau Oberin, la bruja mandamás del lugar, tratará de fastidiar a ambas por todos los medios.

Es una de esas películas pendientes de toda la vida que finalmente he podido ver. Dirigida por la austríaca Leontine Sagan, es un film icono de la cultura lésbica, que sorprende, en primer lugar, por lo explícito de sus situaciones y diálogos. Digamos que es la madre de todas la películas sobre internados de señoritas que se han hecho, objeto de mutilaciones y censuras de todo tipo. Nunca pude encontrar ni la obra teatral de Christa Winsloe -legendaria intelectual que vivía su lesbianismo de manera pública y abierta y fue ejecutada por ello por los nazis- ni la novela posterior que la misma escritora hizo sobre el rodaje de la película (sé que está traducida al catalán).

Para evitar el suspense, pienso que "Muchachas de uniforme", que fue como se llamó aquí, es una película extraordinaria. Sagan, que conocía bien la obra porque fue ella quien la adaptó a la escena, consigue todo lo que se propone: es una película fresca y dinámica al retratar la vida diaria de las internas, cruda al reflejar la cultura de la violencia prusiana -tan culpable de todo lo que vino después-, directa pero elegante, prodigiosa en la definición de personajes, especialmente memorable al unir sinceridad y sensibilidad.

Comentario aparte merecen las escenas de amor -soterrado, pudoroso, apenas contenido- entre Fraulein Bernburg y Manuela. La maestría en el dominio de los movimientos de las actrices revela la calidad escénica de Leontine Sagan. Sus composiciones de "lenguaje corporal" no me resultan nada forzadas, ni pasadas de moda, me parecen muy sugerentes y sensuales, llenas, como dije, de una gran sensibilidad.

Su manejo de la cámara sí es más sorprendente en una debutante. Sagan llena la pantalla de movimientos descriptivos muy eficaces, aprovechando lo que da de sí el rodaje en escenarios reales. Los primeros planos son especialmente hermosos. Además, Sagan obtiene imágenes llenas de elocuencia al mostrar unos de los leitmotiv de la película: una mujer sola en el pasillo de la enorme residencia (se verá a Manuela, a Fraulein Von Bernburg, finalmente a Frau Oberin) expresando el desamparo que provoca la inaccesibilidad al amor.

SPOILER

Y una escena estremecedora, justamente célebre: Manuela subiendo las escaleras para suicidarse, enajenada y frustrada

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